1912. El hundimiento del Titanic. La familia Crawley, perteneciente a la alta burguesía inglesa, es la protagonista de la serie. Hugh Bonneville y Elizabeth McGovern interpretan a los condes de Grantham, padres de tres hijas. Su principal preocupación es encontrar un heredero para su fortuna entre su familia (ya que no han tenido ningún hijo varón) y encontrar un buen esposo para sus hijas.
Pero no están solos: bajando las escaleras de la magnífica abadía donde se desarrolla la historia hay una exquisita selección de mayordomos y doncellas. Mayordomos, doncellas, cocineros, chófers... mezclan sus deberes con sus deseos. Y es que en eso se centra DOWTON ABBEY: servidos y serviles que buscan prosperar en los convulsos años que precedieron a la I Guerra Mundial.
Tramas que se verán desde la óptica de una familia y desde la de sus sirvientes y el espectador comprobará como en una sociedad tan estratificada las diferencias para según qué temas pasionales no residen en el estatus social sino en la cualidad humana personal.
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